jueves, 16 de febrero de 2012
Río
No se dio cuenta de que había estacionado abruptamente en un pequeño lodazal y que embarró una de sus botas al bajar. Miró, no le dio importancia y bajó el otro pie de la camioneta. Había partido solo desde la ciudad, buscando un descanso visual de toda la urbanidad sofocante que lo abrumaba. No había tenido un reencuentro consigo mismo en otro lugar que no fuera su residencia. No lo tuvo desde que su hermano lo había dejado. Siempre había salido con él. En su eterna ausencia, se encerró entre trabajo y estudios, hasta que involuntariamente su fuerza cedió.
El barro en sus botas ya se había secado. El sol se desnudó en el cielo sin nubes y el calor lo hacía sudar sin compasión. Sus gafas le marcaron el ceño y el comienzo de su delgada nariz. Al costado del puente los asientos en la camioneta se calentaban con rapidez. El hombre se dispuso a ver el río. Estaba bravo y eso había captado su atención . Pero luego calamaba, tras una pequeña cascada. Placenteramente su furia cesaba. Estuvo dispuesto a dejar volar su imaginación, como siempre acostumbraba hacerlo con su hermano. Creaban analogías, rompían esquemas y la risa brotaba cual gotas de lluvia en el rio, de abajo hacia arriba. Pensó en el río y la vida. Una comparación brillante, aunque un tanto trillada. Secó su frente con el pañuelo descartable que llevaba apretado fuertemente en su mano derecha y volvió con el barro seco en sus botas a la camioneta para seguir su camino. Asiento caliente y sin sombra a la vista. Debía seguir. Hacia el norte o hacia el sur; no lo tenía decidido. Por el momento pensaba ir al centro. Al menos tendría más tiempo de decidir su destino.
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Bandana Roja
Hay personas que se disgustan con tu liberalismo,
hay personas que se molestan por tu forma de percibir el mundo,
personas a las que no les gusta tu forma de vestir
y te separan de su 'normalidad'.
Hay personas que detestan tus relojes
porque no pueden controlarlos
escapan a sus tiempos,
¡No te pueden cooptar!
Esas personas pueden irse al diablo
y un poco más alla.
¡Pero vos no! No podrías, no.
Te estarías cuestionando
la existencia de su antítesis.
hay personas que se molestan por tu forma de percibir el mundo,
personas a las que no les gusta tu forma de vestir
y te separan de su 'normalidad'.
Hay personas que detestan tus relojes
porque no pueden controlarlos
escapan a sus tiempos,
¡No te pueden cooptar!
Esas personas pueden irse al diablo
y un poco más alla.
¡Pero vos no! No podrías, no.
Te estarías cuestionando
la existencia de su antítesis.
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